Arquitectos: BN Asociados SA – Ramón Valls Navascués, Silvia Babsky Nadel Colaboradores: Luciana Lotito Babsky , Arquitecta, Maria Paz Martínez Segovia, Arquitecta, Dirk Volver Schuhmann, Arquitecto, Danko Linder, Arquitecto, Pablo Ruiz Liria, delineante, Jesús Pérez Llamero, delineante Dirección de obra: Ramón Valls Navascués, Silvia Babsky Nadel Aparejador: Eduardo Montero Fernández de Bobadilla Promotor: Ayuntamiento de Leganés Fecha de proyecto: 2006 Superficie construida: 10 212,32 m2 Presupuesto: 16 000 000 € Fecha de obra: 21/2/2008 (en construcción) Observaciones: Ganado por concurso
Pensamos que mientras el presente se va configurando, también el pasado toma nuevas formas que prefiguran el futuro. En el corazón de esta transformación, creemos que la arquitectura ha de dirigir su mirada con gran amplitud, considerando que su labor está llamada a la construcción de ambientes artificiales, de atmósferas en las que se desarrollan las acciones humanas, es decir, la vida de las personas. El papel protagonista del medio físico, del ambiente natural, ha de entrar a dialogar con el ambiente artificial, es decir, con el nuevo edificio. La tecnología informática que ha llegado con todo el peso de la modernidad a las distintas bibliotecas, no está reñida con la tarea específica de las mismas. Las bibliotecas flexibles, no se enfrentan a lo virtual, sino que lo potencian, al fin de cuentas la tarea específica del bibliotecario sigue siendo ALMACENAR, ORDENAR Y PONER A DISPOSICIÓN.
Los usuarios tienen hoy muy desarrollada la sensibilidad respecto al encaje armónico del edificio en su entorno, de ahí nuestra decisión de resaltar la condición pública del edificio. El planteamiento de la intervención incluía la parcela vecina como zona verde para potenciar el entorno de la Biblioteca y el Archivo. La configuración de estas parcelas no ofrecen solamente perspectiva y proyección al conjunto, sino que es también una buena herramienta bioclimática y de ahorro energético para el conjunto de la intervención: permite aprovechar la excavación del edificio, para modelar una nueva topografía; proteger el poniente mediante una vegetación adecuada y un estanque que mientras sirve de disfrute del parque reflejando las fachadas, permite ser utilizado como refrigeración para el sistema de climatización. La nueva ordenación del parque de lectura permite por otra parte un uso diferenciado según la temporada: colinas soleadas en invierno y una llanura sombreada en verano.
Las formas sinuosas y ondulantes tienen la finalidad de comunicar, propagar, mover, difundir, perturbar, estimular. La información cultural responde a esos mismos parámetros: comunicar, propagar, difundir, estimular… Las formas sinuosas y ondulantes resuelven los problemas de crecimiento lineal, sobre todo cuando existen restricciones de espacio, ya que su adaptabilidad las hace capaces de ocupar el mínimo volumen posible. El objetivo de las ondas que siguen patrones regulares con ritmos precisos es la propagación de la energía en el medio. La envolvente se articula dentro de la plaza y se le antepone mediante sus formas sinusoidales. Se procura evitar el oeste puro, pero no se evitan las mejores vistas y la sensación de contemplación al paisaje sin límites: plaza + parque + ferrocarril. Desde éste, los viajeros disfrutarán a la lejanía del edificio, despertando su curiosidad. La piel exterior representa figurativamente los libros esculpidos en piezas cerámicas de gran formato. Este muro continuo sinusoidal simbolizará un icono urbano en un entorno carente de referencias representativas; reforzando el carácter cultural-institucional del edificio.
Las ondulaciones de las fachadas van acompañando y envolviendo el jardín exterior y sus cambios cromáticos van pasando de colores de la naturaleza hacia colores más medidos en el interior del edificio. La visión exterior se presenta institucional y a medida que nos aproximamos al interior se transforma en lúdica y jovial sin perder la concepción total que representa un edificio de esta envergadura, en el barrio. La fachada-escultura que se construye tiene su contrapunto en el edificio del Archivo que con su envolvente también sinusoidal a la manera de carpetas de legajos, se convierte en un verdadero silo de la memoria. La planta baja del conjunto es el área de mayor público. Mediante un atrio acristalado, a la manera de las ágoras griegas, la Biblioteca y el Archivo se unen, estimulan e intercambian uso y disfrute. Desde el acceso principal se tiene la percepción completa de los edificios gracias a los balconeos y transparencias. En el Archivo se localizan los usos de pública concurrencia: aula, consulta, puestos de informática y una zona más privada para la administración y gestión. En la Biblioteca se dan los usos más jóvenes: la biblioteca juvenil y la infantil. De esta forma el ruido natural producido por los más pequeños se controla en un área específica. También se localiza el Salón de Actos, una Sala de Exposiciones y el área de publicaciones periódica.